viernes, 24 de julio de 2009


Amor al enemigo que hay en mí

Un sábado el hijo de un rabino fue a rezar a una sinagoga que no era la de su padre. A su vuelta, el rabino le preguntó: "Y bien, ¿has aprendido algo nuevo?". Y el hijo respondió: "Sí, naturalmente". El padre, un poco picado en su orgullo de rabino, prosiguió: "Entonces, ¿qué es lo que enseñan allí abajo?". "Ama a tu enemigo", le respondió el hijo. El padre se apresuró a replicar: "Predican lo mismo que yo. ¿Cómo puedes pretender haber aprendido algo nuevo?" El hijo respondió: "Me enseñaron a amar al enemigo que habita en mí, mientras que yo me encarnizo en combatirlo".

jueves, 23 de julio de 2009

DIÁLOGO SOBRE LA MOTIVACIÓN (2da. Parte)
A continuación transcribo la segunda parte del Diálogo sobre la Motivación, en el que participan Gachi Rosati (artista plástica), Fernando Rigou (empresario) y Carlos Pérez Burdieu (psicólogo).

SEGUNDA PARTE

GR: Creo que la motivación es importante porque es como arrancar el motor, mantiene la inquietud y el movimiento generado. Intento manejarme con una motivación libre, donde brindo herramientas y consignas para que los alumnos puedan experimentar e improvisar encontrando su estilo propio. En mis clases teóricas de Estéticas y Culturas Contemporáneas para alumnos de 5to año, puedo plantear de manera más concreta la problemática de los momentos de crisis. La motivación que intento generar es a partir de cuestionamientos que estimulan nuevas formas de pensar. Es decir, por lo general no doy respuestas concretas a las problemáticas planteadas, como por ejemplo "¿debe el arte tener compromiso político y social?", porque creo que no hay 1 respuesta correcta y cerrada para todo, y considero que a través da la reflexión y el intercambio de opiniones con fundamentación es la clave para repensar un territorio imaginario con posibilidades para todos. Y creo que desde la educación y en la boca de los chicos todo esto puede re-pensarse.
Para mí no es fácil estar siempre motivado, pero intento conectarme con mis motivaciones para poder perseguirlas y hacer algo con ellas. Para estar siempre conectado intento hacer cursos para que mis conocimientos crezcan y mis motivaciones se concreten, y no se agoten mis recursos para motivar a otros.
FR: Yo trato de transmitir desde mi experiencia, y en este caso la realidad que metocó vivir me hace pensar que hay personas que nacen con motor propio yotras que necesitan ser empujadas. Creo que, como siempre, la mejor manerade transmitir es con el ejemplo y, en mi caso personal, he observado como secomportan las personas exitosas y he descubierto que son personas que nonecesitan ser empujadas a la acción, que se anticipan, que aprenden de losdemás lo positivo y que se adaptan a las circunstancias sin ponerse lasexcusas que están siempre disponibles para no hacer. Creo que hay"locomotoras" y "vagones". Puede transformarse un vagón en una locomotora?,entiendo que si ya tiene el motor y no lo ha hecho funcionar es posible,pero en el fondo creo que los vagones están destinados a ser empujados y noa empujar, cosa que no es mala de por si ya que sino, qué pasaría si todosfuéramos locomotoras?Me salió un poco complicado o se entiende?Cuando siento que no tengo el impulso que me lleva a la acción, me siento mal conmigo mismo y algo me impulsa a buscar el combustible (motivación) que lo reactive.
GR: Creo que una manera que puede servir para que alguien logre descubrir por sí mismo su “propio motor” y se independice de la transmisión de los demás, es la estrategia de no dar respuestas, sino de motivar a partir de las preguntas. A partir de las preguntas, el diálogo no cesa, y la persona puede “auto gestionarse” recreando un diálogo que con la práctica, en un futuro será un diálogo interno. Es una construcción del pensamiento creo yo, más libre.
Para mí el motivo del “motor propio" es el misterio de la vida misma, nuestra necesidad como seres humanos de asimilar, conocer y representar el mundo que habitamos, con el objetivo de conectarnos con el “aquí y ahora” a través de la percepción.
CPB: Creo que conviene distinguir entre automotivación y motivar a otros. Creo que la primera pregunta se refiere a la motivación de los otros y la segunda a la automotivación. Ambas son importantes y tienen muchos puntos de contacto aunque no son lo mismo.Empiezo contestando la segunda. Para mí el manantial o motor propio es lo que me da satisfacción, hablo de una satisfacción profunda, podría llamarla también felicidad. Cuando encuentro el manantial aparece lo que me gusta, lo que me realiza, siento que soy más yo mismo. La imagen del manantial me remite a lo fluido, si no fluyo en lo que hago me doy cuenta que el manantial no está en la vertiente de lo que hago.Con esto empiezo a contestar la primera, para que otro encuentre su manantial un criterio útil que puede orientar la búsqueda es el de la fluidez. La pregunta sería en qué situaciones o actividades siente la persona que fluye, que va sin esfuerzo, que es llevada casi sin darse cuenta. O bien por el contrario, cuáles son las ocasiones en las que seesfuerza en extremo y aparece la sequedad, la aridez esta es una señal clara de haberse apartado del manantial.La frescura y la fluidez son dos criterios que considero relevantes para ayudar a otros a encontrar el manantial. O por el contrario, la aridez y la fatiga excesiva para advertirle que va en la dirección equivocada.
FR: El fútbol siempre fue y sigue siendo una de mis grandes pasiones. Desde chico fui fanático de River, pero mi gran pasión siempre fue jugar ya que tuve la fortuna de ser bastante bueno y esto me dio la oportunidad de jugar en diversos ámbitos: colegio, barrio, amigos, inter empresas, etc. Conocí muchos lugares y mucha gente y estoy realmente agradecido a esto porque tuve el privilegio de ver y vivir distintas realidades, sobre todo, socioeconómicas. Dentro de la cancha, somos todos iguales y esto representa una gran diferencia con otros aspectos de la vida, como el laboral por ejemplo. Cuando era chico, el fútbol profesional se vivía por la radio o yendo a la cancha, luego, leyendo los diarios. Los domingos, yo iba a la parada de diario más cercana a mi casa a esperar que llegara la 6ª de La Razón y ahí podía palpitar lo que había pasado en la jornada. Los jugadores se quedaban en sus clubes durante años y eran verdaderos representantes de la camiseta y del Club. Era rarísimo que un jugador de River pasara a Boca o viceversa.
Los avances tecnológicos, específicamente los avances en las comunicaciones, cambiaron radicalmente nuestra forma de relacionarnos, y en esto, el fútbol no es ajeno. Hoy, a mi me pasa, que prefiero ver un partido de futbol español o inglés, cómodamente sentado en mi casa, en lugar de ir a ver a River a la cancha. En Europa, están los mejores jugadores del mundo, todos juntos en los mejores equipos y los podemos ver en tiempo real, cómodamente instalados. Son jugadores que en muchos casos a los 22 años pasaron por varios equipos y fueron comprados y vendidos según conveniencia e intereses muchas veces desconocidos. Pero la realidad es esta y los mejores jugadores están allí.
Hice toda esta introducción para contarles que con un mes de anticipación me reservé la tarde del miércoles pasado para quedarme en casa y ver la final de la Champions Leage entre los dos mejores equipos del planeta, el Barcelona y el Manchester. Para mi, fue como asistir a la final de un mundial y lo pude vivir con pasión ya que en este fútbol sin fronteras actual, yo me fui haciendo hincha del Barcelona; por su juego que me encanta, por Messi y porque me tira mas España que Inglaterra.
Al otro día leí un artículo que contaba que minutos antes de que empezara el partido, mientras los jugadores del Manchester eran dirigidos por su preparador físico para hacer el calentamiento previo, en el vestuario del Barcelona se vivía una situación muy diferente. Por primera vez Pep Guardiola, el técnico de Barcelona no habló. Necesito solo 14 minutos había dicho. Durante la mañana, junto a su equipo había preparado el vestuario y había colocado un proyector y una gran pantalla. Hizo sentar a sus jugadores frente a la pantalla, apagó la luz y proyectó escenas cuidadosamente seleccionadas de la película Gladiador, aquella protagonizada por Russell Crowe en que un general romano es convertido en esclavo, se transforma en gladiador y termina derrotando a su enemigo en el circo. Cuando prendieron las luces, la mayor parte de los jugadores estaba llorando, pero por la emoción y con unas ganas locas de salir al combate. Por supuesto la historia se sabe y tiene mayor significado porque el Barcelona ganó.
Pensé en esto y me pregunté si me hubiera gustado estar en el lugar de Guardiola o en el de los jugadores. Sin duda me hubiera gustado estar en ese vestuario de cualquiera de los dos lados. Me dije, Guardiola es el motivador y los jugadores los motivados. También me dije que Guardiola (hoy motivador) hasta hace no mucho tiempo estuvo del lado de los que necesitan ser motivados y por lo visto aprendió la lección como nadie, esto es, la importancia de la motivación para conseguir nuestros logros.
Mientras tanto, los jugadores del Manchester hacían calentamiento previo en el vestuario…
CPB: Gracias Fernando por compartir esta buenísima experiencia. No soy, ni fui muy aficionado al fútbol, tal vez porque no tuve dotes naturales y no existían en los días de mi infancia escuelas de fútbol como las hay hoy. Probablemente otra hubiera sido mi trayectoria futbolística con un poco de capacitación.
A pesar de esto puedo entender de qué se trata esta forma de motivar del técnico. Emoción y motivación no sólo se conectan etimológicamente, en nosotros están biológicamente y psicológicamente y éticamente ligadas. Motivar de esta manera es apelar a las múltiples dimensiones del ser humano, la biológica, la psicológica y la ética. Supongo que para darle consistencia a la motivación tendremos que apelar a todas sus dimensiones.

miércoles, 22 de julio de 2009

LIBRO VIVIR LA EMPRESA EN FORMA ORGÁNICA
Es una alegría la publicación de mi libro por parte de Editorial Patris.
Aprovecho este espacio para agradecer muchísimo a todos los que me ayudaron, de una u otra manera, a poder llegar a su edición.
Transcribo a continuación los textos que figuran en la contratapa del libro, el primero de una parte del Prólogo del P. Ángel Strada y el segundo de la Introducción de Gustavo López Espinosa, consultor en capacitación y desarrollo de personas.
"Las reflexiones de Carlos Barrio giran en torno a una nueva visión de la empresa. Lo hace desde un autor y desde una perspectiva concreta: “mostrar la riqueza que se deriva de la aplicación a las empresas de un conjunto de leyes y principios orgánicos desarrollados por Kentenich ... Elementos propios de la espiritualidad de Schoenstatt, tales como la fe práctica en la divina providencia o la teoría y práctica del ideal personal, aparecen de repente con una nueva luz y una nueva riqueza. Sorprende realmente cuánta actualidad y vigencia ganan cuando la lectura se la hace desde la persona del empresario y la gestión empresarial.
Otro de los méritos del presente trabajo es el diálogo fecundo que establece entre el Padre Kentenich y numerosos autores modernos y antiguos. Como en todo diálogo de buena calidad se produce entonces un ir y venir de puntos de vista, una enriquecedora complementación, una sugerente confirmación o bien un crítico cuestionamiento. Carlos Barrio ha hecho un valioso aporte a lo que el Papa Juan Pablo II en 1985, en ocasión del centenario del natalicio del Padre Kentenich, le encomendó a los miembros del Movimiento de Schoentatt cuando les dijo que cada uno participaba del carisma del fundador, una experiencia del Espíritu “transmitida a los propios discípulos para que ellos la vivan, custodien, profundicen y desarrollen constantemente” poniéndola a disposición de la Iglesia y de los hombres." (P. Angel Strada)
"... Guiado por el pensamiento orgánico del Padre José Kentenich, Carlos aborda con valor y paciencia pedagógica las cuestiones mas desafiantes que la realidad empresaria plantea al empresario que honestamente, no se queda satisfecho con gestionar mas o menos bien el negocio, sino que anhela vivir la empresa como vocación particular.
Digo que el texto que tenemos entre manos me resultó pedagógicamente claro, pero digo además que es valiente. Es valiente porque aborda temas profundos que hacen a la esencia del gestionar un negocio renunciando a la tentación tan común de cubrir todo con un hipócrita barniz de humanismo dulzón." (Gustavo López Espinosa)